El área geográfica que comprende las provincias de Herrera y Los Santos se conoce en nuestro país como la región de Azuero. Esta denominación de Azuero ha generado en la Península no pocas contro-versias sobre su validez y sobre ella se han tejido las tesis más inverosímiles; aunque no pocas afirmaciones estén exentas de razón al analizar la problemática del desarrollo regional.
Con la finalidad de ofrecer algunas luces sobre los orígenes de la denominación de Azuero, hemos consultado diversas fuentes. En lo medular los detalles que brindamos están contenido en el libro "Do-cumentos sobre el Dr. Vicente Azuero" (Recopilados por Guillermo Hernández de Alba y Fabio Lozano y Lozano, Vol. XXXI, Biblioteca de Historia Nacional, Bogotá: Imprenta Nacional, 1944, 420 págs.). El texto llegó a nuestras manos gracias a la gentileza del destacado escritor herre-rano Sergio Pérez Saavedra y fue editado en el año 1944, cuando se conmemoró el I Centenario de la Muerte del patricio colombiano del siglo XIX.
Lo primero que debemos precisar es que Azuero es el apellido de un connotado personaje colom-biano de la centuria decimonó-nica. Tam-bién se debe recordar que con ese apela-tivo se denominó a la antigua Provincia de Azuero; juris-dicción que en el siglo pasado comprendía las actuales provincias de Herrera y Los Santos. Dicha provincia existió del 8 de abril de 1850 al 9 de marzo de 1855 cuando se suprimió mediante decreto que firmó el Presidente Encargado don José de Obaldía.
Realizada estas primeras y breves precisiones históricas, permane-ce aún la interrogante sobre quién fue Vicente Azuero. Lo que sigue pretende ilustrar sobre ese tópico.
Como hemos dicho, los colombianos del Siglo XIX quisieron rendir tributo a uno de sus hijos y para ello escogieron a una región de Panamá con la intención de que ésta llevara el nombre del ilustre varón de aquella nación bolivariana. Este hombre no fue otro que Vicente Azuero y Plata.
Don Vicente nació el 21 de abril de 1787 en la población de Oiba, jurisdicción de la Provincia del Socorro, hoy denominada Provincia de Santander. Azuero y Plata era hijo de don Ignacio Javier de Azuero y Micaela Plata. Azuero tuvo dos hermanos: Ana Josefa y Juan Nepomu-ceno y Plata. Fue educado en los mejores centros educativos de la época: el Colegio Real Mayor y Seminario de San Bartolomé. Centros educativos en los que al culminar sus estudios obtuvo los títulos de Bachi-ller, Licencia-do y Doctor en Teolo-gía. Los últimos estudios formales los terminó en el año 1809, cuan-do recibió su doctorado a la edad de 22 años.
En su vida pública Azuero se desempeñó como político, jurista y escritor. Sobre él dijo el intelectual colombiano José María Samper (1831-1888):
"Azuero era un pensador, en todo caso, pero mucho más fuerte como escritor que como orador, esencialmente doctrinario, enemigo de la fuerza bruta, valeroso en sus opiniones y que iba siempre adelante en la política. Talvez de los liberales de su tiempo era el que mejor comprendía las verdades de las ciencias políticas, la lógica de la República y las necesidades de nuestra joven democracia".
Desde temprano Azuero se agitó en política junto a Francisco de Paula Santan-der. Personaje éste último que fuera designado por Simón Bolívar para ocupar la Vice Presidencia de la Nueva Granada. La pasión de Azuero y Plata por la política le permitió ser diputado por las provincias de Socorro, Casanare y El Chocó.
A Vicente Azuero y Plata se le reconocen, entre sus ejecutorias más importan-tes, el haberse desempeñado como Fiscal de la Corte Su-prema de Justicia (1821), ser fundador de La Gaceta de Colom-bia, redactor del Código Criminal y el de Proceder (1823), Ministro Juez de la Alta Corte de Justicia de la República (1824) y Catedrático de Derecho Público en el Colegio de San Bartolomé.
En relación con su vida privada podemos indicar que se casó el 4 de febrero de 1821 con doña Indalecia Ricaurte y Castro Neira, una dama de alta estirpe bogota-na. El matrimonio no tuvo descendencia. El padrino de bodas fue don Francisco de Paula y Santander.
En la vida de Azuero siempre ha pesado su no comprobada partici-pación en el intento de asesinato de Simón Bolívar, aquella noche fatídica del 25 de septiem-bre de 1828, cuando un grupo de colombia-nos quiso resolver con puñales el dilema entre leyes y dictadura. A su favor se menciona su extraordi-na-rio apego a las leyes y su reticencia a aceptar los extremos poderes que se abrogaba el Liberta-dor para evitar la desintegración de la Gran Colombia.
Vicente Azuero y Plata murió el 28 de septiembre de 1844 a la edad de 57 años. Seis años después de su fallecimiento los colombia-nos designan con el nombre de Azuero a la región panameña que hoy comprende la península del mismo nombre.
Como podemos deducir de lo planteado, Vicente Azuero, como cualquier mortal, tuvo sus aciertos y desatinos. Lo que parece injusto es afirmar de él que fue un rufián y que carecía de méritos personales. Ya hemos visto que Azuero y Plata se ubica entre los grandes liberales del decimonono colombiano.